Aromas ahumados, frutas, flores frescas... Los tés blancos son los tés más simples en su procesamiento, ya que las horas frescas son secadas al sol.
Éste suave marchitamiento enfatiza los aromas sutiles y elegantes y la sensación en boca suave. Los tés blancos son cosechados en apenas unas pocas semanas, a principios de la primavera. Sus brotes conservan antioxidantes y unos maravillosos aromas primaverales.
A diferencia de la leyenda urbana, fuertemente arraigada, son los tés con mayores niveles de cafeína, pero también de teanina, tés que alertan, pero sosegadamente.