Desde nuestros inicios, Verónica Hegar, la fundadora de la marca lo tuvo claro: trabajar con tés de origen, importados por nosotros y divulgar desde la conciencia y la necesidad de romper mitos.
La cerámica y el té son dos conceptos unidos con un mismo fin: poder infusionar el té y además disfrutarlo de una manera acogedora, relajante y meditativa. Al nivel de una obra de arte podríamos decir.