UN TÉ PARA UNA PERFUMISTA

IRATI HERRERO

Perfumista

CATA: Smoked Guava Tea

Un perfumista cata los perfumes poniendo la atención en su evolución y transformación. 

Todo muta, nada es estable, tampoco el perfume. 

Por ello, tradicionalmente la estructura del perfume se describe a través de sus notas de salida, sus notas corazón y su secado o fondo. 

La salida se caracteriza por el perfil olfativo de las moléculas más volátiles, las más ligeras, lo que primero percibe nuestra nariz. Digamos que la primera impresión olfativa que condiciona esas ganas de seguir descubriendo  lo que viene después. Detrás de esos primeros matices, se esconde el corazón del perfume, su carácter único e irrepetible, que irremediablemente también desaparece para dar paso al fondo, a aquello que permanece una vez que todo lo demás ha desaparecido. 

El té como una fragancia: salida, corazón y fondo

Tomando como premisa el enfoque que aplicamos los perfumistas en una cata de fragancias, me he acercado a este té como si se tratara de un perfume. No sólo he evaluado su fragancia y aroma según la estructura tradicional de la pirámide olfativa (notas altas, notas corazón y notas de fondo), si no que he querido realizar varias catas espaciadas las unas de las otras en varios días de diferencia, para contrastar si las percepciones e impresiones se repetían o eran fruto de un estado concreto.

También he realizado varias infusiones con las mismas hojas.

Irremediablemente, cada una de las fases de la cata me ha hecho sentir que el humo es hogar. Es aquello que nos acoge en la oscuridad, que nos empuja a concentrarnos en el presente y disfrutar de él aceptando que todo es efímero.

Cada vez que he abierto el bote y me he concentrado en el olor de las hojas de este té el asombro ha sido una constante. 

Su aroma en nariz es tremendamente penetrante, atractivo, un olor a humo agradable, una fragancia a fogata que invita a reunirse alrededor de ese fuego, con matices atabacados y dulces, pero a su vez con un toque de amargor a cacao. 

Cada vez que he abierto el bote y me he concentrado en el olor de las hojas de este té el asombro ha sido una constanteSu aroma en nariz es tremendamente penetrante, atractivo, un olor a humo agradable, una fragancia a fogata que invita a reunirse alrededor de ese fuego, con matices atabacados y dulces, pero a su vez con un toque de amargor a cacao. Es tremendamente groumand.

Adictivo, complejo, puro humo. Es como una vuelta a los orígenes, a esa época donde el hogar era hogar alrededor del fuego. 

Diferencias olor y sabor

Una vez infusionado, la fragancia de las hojas es sobre todo atabacada. Como a un heno seco y ahumado que me transporta a los veranos de Castilla y la noche de San Juan. Y en el fondo se percibe algo dulce, casi afrutado y el amargor del chocolate en perfecta armonía. Es algo así como un verano ahumado que desearías comerte a bocados. Sin embargo, igual que la noche da paso al día, el humo desaparece poco a poco, dejando paso a unas hojas afrutadas, casi tropicales. 

En boca todo vuelve a la salida, al principio, al origen: al humo acogedor, al tabaco, a la contradicción de que algo puede ser amargo y dulce al mismo tiempo. Es como degustar un postre que estuviera inspirado en una elegante pipa de madera de fumar.

Este té representa para mí el privilegio de poder comerte a bocados un humo dulce, reconfortante, el humo que es hogar. 

EMBAJADORES TESUKO